“NUNCA
CONSIDERES EL ESTUDIO COMO UNA OBLIGACIÓN SINO COMO UNA OPORTUNIDAD PARA
PENETRAR EN EL BELLO Y MARAVILLOSO MUNDO DEL SABER”
Albert Einstein
TODO
DEPENDE DE LA ÓPTICA CON QUE LO MIRES
El propósito de este ensayo acontece en dar a conocer en
manera explícita el tema de óptica haciendo uso de un contraste con la
educación, la importancia que tiene el estudiar; el seguir preparándonos para
un futuro y dejar de lado el sentir y pensar que la educación es un deber.
“La luz es un agente físico capaz de impresionar nuestra
retina” (Océano, 2004, p. 768), esta es
una definición importante pues si bien el estudio es de igual manera un agente
capaz de impresionar a todo estudiante, no todo lo que leemos nos aburre;
muchos conocimientos se vuelven fascinantes al momento de penetrar en ellos y
permiten viajar a nuestra imaginación a una velocidad impresionante como lo es
la de la luz 300 km/s en el vacío.
“La fotometría es la parte de la óptica cuyo objetivo es
determinar las intensidades de las fuentes luminosas y las iluminaciones de las
superficies […] La intensidad luminosa es la cantidad de luz producida o emitida
por un cuerpo luminoso” (Pérez Montiel, 2010, p.
534); los licenciados en educación son la fotometría puesto que están
ahí al pie del cañón viendo que pasa, de qué manera ayudan esas fuentes
luminosas (las diversas fuentes de información), si son válidas, si los datos
que contienen son erróneos, si hay algo más que nos pueda ayudar, son ellos los
fotómetros quienes determinan que intensidad de fuente luminosa es veraz para
nosotros los cuerpos iluminados, nosotros los alumnos; pero no se trata de un
trabajo que se lleve a cabo solo, sino más bien de un trabajo en equipo, esa
comunicación maestro-alumno, para que al final la intensidad luminosa sea
cuantificada en el Sistema Internacional como candela, en el sistema
sexagesimal como bujía decimal; y en el Sistema Educativo con un número que
refleje la dedicación que el alumno puso durante el estudio. Si bien Pérez
Montiel señala: “El flujo luminoso es la cantidad de energía que atraviesa la
unidad de tiempo una superficie normal (perpendicular) a los rayos de luz” (Pérez Montiel, 2010, p. 534), ese flujo
luminoso del que se habla será ese empeño, dedicación y trabajo que se está realizando
continuamente segundo tras segundo, minuto tras minuto, hora tras hora, día
tras día, semana tras semana, mes tras mes, evaluación tras evaluación,
semestre tras semestre, ciclo escolar tras ciclo escolar; con la que se
obtendrá una nueva unidad para medir el flujo luminoso que será el lumen,
nosotros discípulos obtendremos un número, un número que hablara por si solo y
será la respuesta a la dedicación empleada.
En la óptica encontramos las leyes de la reflexión de la
luz y dice: “[…existen dos leyes de la reflexión propuestas por Descartes y
son:
1. El rayo incidente, la normal y el rayo reflejado se
encuentran en un mismo plano.
2. El ángulo de reflexión es igual al ángulo de
incidencia…]” (Pérez Montiel, 2010, p. 536).
Caracterizamos al rayo incidente como todo ese bello
saber, lo normal la escuela y el rayo reflejado nosotros y veamos que todos nos
encontramos en un mismo plano y cumplimos con la primera ley.
La segunda ley la obtendremos al probar que lo que
realicemos va a ser lo que merezcamos, no puede haber una des proporcionalidad
es decir si nuestro empeño es bajo nuestra calificación no podrá ser alta y
viceversa.
Las leyes de la refracción de la luz “Las leyes que rigen
este fenómeno son las dos siguientes:
-
El rayo incidente, el
rayo refractado y la normal a la superficie en el punto de incidencia están
contenidos en un mismo plano.
-
Los senos de los ángulos
de incidencia i y la refracción r guardan entre si la relación:
sen i / sen r = n” (Allier
Cruz, 1999, p. 221)
Es cierto que dentro de la óptica se estudia los espejos
planos, cóncavos y convexos, es lo mismo que la escuela; en ella asisten
alumnos de todo tipo, estudiantes que saben a lo que van, los que medio
intentan y los que solo van a calentar la banca; y los lentes divergentes y
convergentes: los divergentes donde las líneas o superficies y se separan unas
de otras y las convergentes que llegan a un mismo punto; los alumnos
divergentes tienden a caer en la deserción escolar y los alumnos convergentes
llegan a un mismo punto a la meta, al final.
Nosotros como estudiantes como aprendices del fascinante
mundo del saber no deberíamos considerar el estudio como un deber o una
obligación, sino como lo dijo Einstein como la gran oportunidad de penetrar en
ese mundo del saber, que por el momento enriquecerá nuestro intelecto, nuestros
conocimientos y más tarde los podamos compartir con las futuras generaciones y
¿Por qué no? hasta podemos contribuir a encontrar nuevos hallazgos fuese en
cualquier área.
La escuela es como tu óptica la perciba.
Bibliografía
Allier Cruz, R. A. (1999). La magia de la física
México: McGraw-Hill.
Océano. (2004). Gran
Biblioteca Océano. España: Océano.
Pérez Montiel, H.
(2010). Física General I. México: Patria.
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